18 de Septiembre
José
nació en 1603 en el pequeño pueblo italiano llamado Cupertino. Sus
padres eran sumamente pobres. El niño vino al mundo en un pobre
cobertizo pegado a la casa, porque el papá, un humilde carpintero, no
había podido pagar las cuotas que debía de su casa y se la habían
embargado.
Murió el papá, y entonces la mamá, ante la situación de extrema
pobreza en que se hallaba, trataba muy ásperamente al pobre niño y
este creció debilucho y distraído. Se le olvidaba hasta comer. A veces
pasaba por las calles con la boca abierta mirando tristemente a la
gente, y los vecinos le pusieron por sobrenombre el
"boquiabierta". Las gentes lo despreciaban y lo creían un
poca cosa. Pero lo que no sabían era que en sus deberes de piedad era
extraordinariamente agradable a Dios, el cual le iba a responder luego
de maneras maravillosas.A los 17 años pidió ser admitido de franciscano pero no fue admitido. Pidió que lo recibieran en los capuchinos y fue aceptado como hermano lego, pero después de ocho meses fue expulsado porque era en extremo distraído. Dejaba caer los platos cuando los llevaba para el comedor. Se le olvidaban los oficios que le habían puesto. Parecía que estaba siempre pensando en otras cosas. Por inútil lo mandaron para afuera.
Al verse desechado, José buscó refugio en casa de un familiar suyo que era rico, pero él declaró que este joven "no era bueno para nada", y lo echó a la calle. Se vio entonces obligado a volver a la miseria y al desprecio de su casa. La mamá no sintió ni el menor placer al ver regresar a semejante "inútil", y para deshacerse de él le rogó insistentemente a un pariente que era franciscano, para que lo recibieran al muchacho como mandadero en el convento de los padres franciscanos. (ver historia completa en EWTN)