El Cristo Glorioso, Sereno...
acorde a la Divina Voluntad

Sumo, Glorioso Dios,
ilumina las tinieblas de mi corazón
y dame fe recta,
esperanza cierta y caridad perfecta,
sentido y conocimiento, Señor,
para que cumpla
tu santo y verdadero mandamiento.
(Escritos de San Francisco)